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Jorge Asteguieta

EL CICLO DE LA LUNA ROJA




TRILOGÍA EL CICLO DE LA LUNA ROJA
DEL ESCRITOR JOSÉ ANTONIO COTRINA
UNA RESEÑA DE JORGE ASTEGUIETA

 
 
            José Antonio Cotrina no es para nada un escritor primerizo. Su caminar entre letras —el recorrido previo antes de escribir esta trilogía— se encuentra salpicado de éxitos. Ha resultado ganador del premio UPC, cuenta con varios Alberto Magno, un Domingo Santos… medallas todas ellas de enorme prestigio —el UPC, por ejemplo, es considerado uno de los grandes certámenes dentro de la ciencia ficción mundial— que no hacen más que confirmar que Cotrina es también uno de los grandes.
            Tiene en su haber infinidad de relatos publicados en otros tantos libros, muchos de ellos son los correspondientes a los premios arriba mencionados. Además, también, de varios libros escritos con anterioridad a los tres que componen el “Ciclo de la luna roja”.
            Por mi parte he leido casi todo lo que Cotrina ha publicado hasta ahora. Sus libros y relatos, y he apreciado en todo este tiempo y por su parte una tenaz progresión, de evidente ascenso, en sus escritos. Busca, alardeo yo por él, la meta de lo perfecto.
 
            Y ahora va a ser resultar paradójico el hecho que voy a confesar, quizá hasta parezca erroneo aunque sea muy cierto. La primera de sus novelas, “Las fuentes perdidas” (2003), continúa siendo mi novela favorita. Es una novela mejorable, estoy seguro que en la actualidad Cotrina la escribiría mejor, pero es el envolvente universo “entre lineas” —un escenario creado por Cotrina y al que recurre en varios de sus relatos— el que me enamoró y me hizo ver el subgénero de fantasía de otra manera. Me hizo creer en ella, en la fantasía, y amputó sin anestesia todos aquellos prejuicios que Tolkien había injertado en mi maleable conciencia.
            En el mismo tiempo de “Las fuentes perdidas” lei las novelas cortas “Mala Racha” y “Salir de fase” (2000) —vencedoras del Alberto Magno y UPC respectivamente—. Estas novelas cortas, encuadradas dentro de la Ciencia Ficción, crearon en mí un vínculo de admiración para con Cotrina que aún perdura con una fuerza descomunal…
            Después de estos textos y alguno más Cotrina saltó a la literatura juvenil y escribió “La casa de la colina negra” (2006). Fantasía y juvenil, me costó mucho digerirlo, pero terminé comprándolo, era Cotrina y fue suficiente para mí. Y con “La casa de la colina negra” volvió a conseguirlo, Cotrina me había vuelto a engañar y me había llevado otra vez a leer y disfrutar de la fantasía como con muy pocos escritores hago, y encima juvenil… otro tabú despedazado.
 
            Luego llegó “El ciclo de la luna roja”.

 

            El primero de sus tres libros “La cosecha de Samhein” (2009) es para mí gusto el que goza de menos fuerza. He asistido a varías de las presentaciones que Cotrina ha hecho de sus libros y en ellas ha repetido que el arranque de la trilogía —las 30 o 40 primeras páginas— es tan blando y típico totalmente adrede, una especie de truco para así ir luego ofreciendo al lector un mayor asombro mientras, capítulo a capítulo, la trama va oscureciendo, endureciéndose y maravillando a partes enormes e iguales.
            En esta primera parte un grupo de doce muchachos es convencido mediante engaños a viajar a una ciudad endiablada; de nombre: Rocavarancolia, fuera de la propia tierra y de donde únicamente podrán salir para regresar a su hogar una vez aparezca la luna roja, cual surgirá después de unos cuantos meses. La muerte y el espanto les acecharán tras cada esquina y a cada momento. Es fácil intuir que muchos de estos chicos encontrarán la fatalidad de forma horrible antes de la aparición de la citada luna roja. Aparte, allí, en la terrible Rocavarancolia, se encuentra su malvado consejo real —monstruos todos ellos a juego con al ciudad como un decorado más—, que ha puesto sus últimas y escasas esperanzas de recuperar la ciudad, ahora en ruinas y agonizante de muerte —aunque otrora gozara de esplendor y prestigio—, en estos pobres chavales… He advertido que este primer libro es el que menos me gustó de los tres, pero tampoco miento cuando admito que, en cuanto terminé con él, ya tenía unas enormes ganas por leer el segundo.


            El segundo libro, “Los hijos de las tinieblas” (2010), es continuación directa del primero. Los mismos protagonistas y escenarios, además de nuevos personajes, lugares y peligros… todos magníficos e ingeniosamente trabajados. Apenas se puede contar algo de este segundo libro sin desvelar detalles de importancia que quebrarían la magia que encierran, así que me limitaré a decir que es un libro muy grande, tanto en extensión como en calidad.


 
 
La saga termina con “La sombra de la luna” (2011, editorial Hidra). Ocurre un problema similar al segundo de los libros, no se puede desgranar su trama sin romper los hechizos que guarda. Diré que es todavía más extenso que el segundo, manteniendo sin merma ninguna la altísima calidad que la trilogía atesora en su conjunto.
 
            Los dos primeros libros del “Ciclo de luna roja” fueron editados por la editorial Alfaguara que decidió, hecho increíble para mí el despropósito y la falta de compromiso mostrada por esta editorial para con los lectores, no publicar el tercer y último libro que cierra la saga. Agradezco a Hidra que sí lo haya hecho y espero que el libro y la trilogía, que ha vuelto a reeditar al completo, pudran por entero de dinero a escritor y editorial. Soñador que es uno, culpa ,seguro en parte, del maldito Cotrina.
            Cada página, cada párrafo, me atrevo a decir que cada línea de estos tres libros que en realidad son solo uno de 2000 páginas, están trabajadas a conciencia. Un mimo que cuida del menor al mayor detalle, un ingenio sorprendente que esquiva los tópicos y busca siempre el asombro del lector, una escritura ágil e inteligente, llena de giros mágicos que solo los años de escritura otorgan. Una composición de obra espléndida que todo buen aficionado a la lectura debería leer. Es por todo esto que no alcanzo a comprender cómo una editorial puede detener algo tan grande, cómo puede estar tan deshumanizada y dejar de lado a un escritor y a un montón de lectores…
 
            Deseo que a Cotrina le marche estupendo en el futuro, que gane la dura batalla y vea su nombre en lo más alto de las listas de ventas. También me gustaría que escribiera sin cortapisas de género ni edad, que escribiera literal lo que su loca conciencia le dicte. Y repito, espero que triunfe; su calidad, sin duda alguna, de sobra lo merece.
 
            Gracias por hacerme creer en la magia, Escritor.
 
 
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